lunes, 14 de noviembre de 2011

Educación recibida

Para tratar el tema de la escuela en los niños con síndrome de down no se pueden hacer generalizaciones, ya que cada persona es única y tiene sus particularidades. Aunque sí es cierto que existen unos problemas principales y dificultades tanto en el número de cualidades, adquisiciones y en el grado evolutivo de dichas habilidades en la educación y formación de los alumnos con síndrome de down.
Principales dificultades:
- Muestran una lentitud en el desarrollo de su capacidad cognitiva, en la forma de captar y procesar la información.
-Además su edad linguistica es todavía inferior a la edad cognitiva, encontrándose las mayores dificultades en la morfosintaxis.
-Presentan una buena habilidad para incrementar su vocabulario al igual que su capacidad comprensiva es mucho mayor que la expresiva.
-No son capazes de hacer generalizaciones de concreciones.
- Tienen impedimentos para la fluidez, articulación y desarrollo del lenguaje. Por lo que hay que fomentar en ellos la comunicación.
-No pueden trabajar solos por lo que necesitan una atención directa e individual.
-Tienden a estar solos y a imitar a los demás alumnos.
- Normalmente poseen una buena percepción y memoria visual.
-No saben expresarse oralmente.
Por todo lo anteiormente dicho, se deduce que presentan una mayor dificultad a dar respuestas verbales mientras que responden con mayor facilidad a las respuestas gestuales y motoras.
Además es importante saber que en ciertas edades pueden aparecer rasgos de hiperactividad y de impulsavilidad así como muestras de niñez.
Los maestros deben tener en cuenta todas estas dificultades para hacer lo más accesble posible la metodología de las clases a los alumnos. Sin embargo, dichas dificultades pueden ser superadas con programas y medidas educativas bien organizados y revisados periódicamente.


Para analizar las peculiaridades y características de los niños y adolescentes con síndrome de down hay que tener en cuenta varios factores con gran relevancia: el área cultural en la que se desarrolla, la participación e interés de la familia en su educación, las posibilidades que ha tenido en su etapa infantil y adolescente.

Es curiosa cierta reflexión dada por varios autores en la que afirman que la convivencia escolar entre niños con el síndrome de down es fácil y agradable y más si la comparas con la de los grupos con deficiencia intelectual.

Los alumnos con síndrome de down deben tener mayor espacio de tiempo por su lentitud de ritmo, además de que hay que ofrecerles numerosas experiencias y variadas para conseguir que aprenda lo que pretendemos enseñarle. También tenemos que motivarle con objetivos llamativos para que se interese por la actividad. Reconocer sus buenos actos y prestarles una atención continuada y tener paciencia. Es necesario fomentar la participación e interacción.
 
 
 

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